Piedad y devoción son, hasta cierto punto sinónimos. Ambos términos se pueden traducir con Frömmigkeit y las diferencias son más bien sutiles, de orden teológico. Mientras la devoción es una práctica y un sentimiento religioso, la piedad apunta a un don otorgado por el Espíritu Santo, de acuerdo con la doctrina católica.
En el habla común sin embargo, se usa piedad con mayor frecuencia para lo que indica el DLE en su tercera definición: Lástima, misericordia, conmiseración. En latín pietas es el sentimiento que obliga a cumplir con los deberes hacia padres, los dioses, la patria, los amigos, los antepasados etc. De ahí es una voz idiosincrática de los romanos que hay que traducir de diferente manera según el contexto. En todo caso engloba las virtudes cristianas del amor a Dios y al prójimo. En el contexto de las lenguas romances la voz realiza un desplazamiento o especialización semántico hacia la conmiseración. Así en el Agnus Dei, el "miserere nobis" se taduce "prends pitié de nous" al francés, "abbi pietá di noi" al italiano y "ten piedad de nosotros" en español. Pity en inglés también tiene la misma connotación.
Para traducir normalmente el concepto de Frömmigkeit al español en todo caso es más recomendable devoción que piedad. Volksfrömmigkeit, por ejemplo, sería entonces devoción popular.