Kommentar | @yarayara A ver, yo no tengo nada contra extranjerismos en general, de hecho esa es la manera en que las lenguas nacen, por fusión de otras preexistentes; y así evolucionan también. Tampoco soy en principio enemigo de los anglicismos, los hay muchos en todos los idiomas, en el nuestro también. No me considero un "purista" de la lengua, y en varias ocasiones me he trenzado en disputas contra tales (que de hecho existen) en distintos foros de la red, como por ejemplo cuando uno de ellos una vez declaró negarse a utilizar el verbo "chatear", aduciendo que él usaba siempre "hablar" (!). Soy enemigo de toda forma de fundamentalismo, salvo del fundamentalismo de la vida. Y precisamente, a la vida está asociada el valor "belleza". ¿O me vas a negar que las lenguas también son un fenómeno estético, con una determinada sonoridad, con un determinado engarce armónico de significados? En este sentido, como usuario del castellano estoy abierto a lo nuevo (en caso contrario me enmohecería), aunque no recibo de manera indiscriminada todo lo que llega a mis oídos. Y en cuanto a extranjerismos, lo que he podido constatar es que no todos le sientan al castellano de igual manera: los que proceden de otras lenguas latinas (galicismos, italianismos, lusitanismos) suelen ensamblar mucho mejor con el sistema de la lengua que anglicismos y germanismos, sencillamente porque aquellos sistemas (y la sensibilidad que consigo traen) son más semejantes al nuestro. Por otra parte, una cosa es un término nuevo o faltante (como el verbo "chatear"), otra muy distinta uno para el cual ya existe una designación castiza ("preclasificado"). Tené en cuenta que esta última palabra tiene un sentido inequívoco, frente a la ambigüedad de "sembrado" (lo cual sin duda duplica o triplica sus entradas en Google). Acerca de corrección o no de un uso, yo diría que hay dos elementos que la determinan y se encuentran entre sí en una relación dialéctica: extensión y norma. Porque sí es relevante que una palabra figure o no en el diccionario, tanto como que se use o no efectivamente en una comunidad de hablantes. Asimismo, lo que para una comunidad de hablantes se establece como "norma de la lengua", que sirve para dirimir lo que es castellano de lo que no lo es, es lo que hablan y aceptan como válido los hablantes cultos de dicha región (grupo en el cual muchos periodistas deportivos son de discutida inclusión). Y eso no lo digo yo, sino que es una práctica inveterada de nuestro idioma. Saludos. |
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