A pedir de boca - Seite 320
Cecelia Ahern, José Manuel Fajardo - Ediciones B, 2005
Casi me la paso. Bajo del vagón y tomo la salida de la avenida de la Grande Armée. Cuando llegue a casa voy a echarme un rato a dormir.
Adriana Buenos Aires: Última Novela Mala
Macedonio Fernández - Ediciones Corregidor, 2017
Ya en la pensión, como habíamos acordado que vendría Adolfo en nuestra busca tan pronto realizara su propósito, me separé de Adriana para que descansara y por mi parte me eché en la cama a dormir con los ojos abiertos.
Dos horas de espera en la estación - La web del Periodista Erudito
lunes, 13 de agosto de 2012
Por fin, llego a mi casa. Llamo a mi madre por teléfono para decirle que he llegado. Pienso en lo intenso que ha sido el día antes de echarme en el sofá a dormir un rato.
Maravillas de la naturaleza
Juan de Santa Gertrudis - Linkgua, 2010
Ya que cenamos, compuse mi cama y me eché a dormir.
El cabeza colorada: cuentos cordobeses
Lilia Lardone - Ediciones Colihue, 1997
Las reuniones se extendían y, si caía la noche, nunca faltaba un catre para echarse a dormir.
El fin de una Era - Seite 235
Aida de las Heras - Lulu.com, 2011
Aién esa noche estaba deshecha, no sabía si permanecer de pie en medio del comedor hasta que Laysha llegara u obedecer, como había estado haciendo durante tanto tiempo, y descansar, pero su cuerpo decidió por ella y, sin que pudiera hacer otra cosa, entró en la habitación y se echó a dormir sobre las mantas de piel que cubrían la redonda cama.
El hombre numerado
Marcelo Estefanell - Aguilar, 2007
Él acomodó sus cosas (no eran muchas), tendió la cama y se echó a dormir.
Ben-Ami: el actor abismal - Seite 72
Bernardo Ezequiel Koremblit - Editorial Stefan Zweig, 1946
https://books.google.de/books?id=-FkdAQAAIAAJ
Las indicaciones que Ben-Ami había recibido durante los ensayos y las veces que lo había repetido, eran concluyentes: debía recibir la burlona ocurrencia del vagabundo sin poner mientes en ella, y echarse en el sofá a dormir.